CCOO del Hábitat | 28 marzo 2024.

EPA: En el tercer trimestre de 2020 el paro sube en 355.000 personas y sitúa su tasa en el 16,26%

    La reincorporación de parte de los trabajadores afectados por las distintas medidas de contención de la pandemia ha supuesto que las horas de trabajo realizadas hayan aumentado un 15,10% respecto al periodo anterior

    27/10/2020.
    EPA: En el tercer trimestre de 2020 el paro sube en 355.000 personas y sitúa su tasa en el 16,26%

    EPA: En el tercer trimestre de 2020 el paro sube en 355.000 personas y sitúa su tasa en el 16,26%

    El mercado de trabajo sigue reflejando la situación derivada de la COVID 19 afectando a las cifras de actividad y paro registradas en este tercer trimestre del año. Como nuevo indicador trimestral, la reincorporación de parte de los trabajadores afectados por las distintas medidas de contención de la pandemia ha supuesto que las horas de trabajo realizadas han aumentado un 15,10% respecto al periodo anterior.

    De igual forma, este tercer trimestre registra variaciones fruto del final del confinamiento y sitúa la cifra total de personas ocupadas es de 19.176.900 un 3,06% más que el trimestre anterior. La ocupación aumenta así en Servicios (+476.300), en Construcción (+80.300) y en Industria (+45.400). Disminuye, en cambio, en Agricultura (–32.300). En una comparativa anual, el empleo baja en los cuatro sectores, en Servicios en 533.600 ocupados menos, en la Industria desciende en 128.100, en la Construcción se reduce en 20.600 trabajadores y en la Agricultura en 15.200.

    En cuanto al paro, este indicador sube en 355.000 personas situándose el número total de parados en 3.722.900. La tasa de paro se sitúa en el 16,26%, un 0,93% más que en el segundo trimestre del año. El desempleo se incrementa este trimestre en los sectores de la Agricultura (39.700 parados más), Servicios (21.300 más) y entre aquellas personas que perdieron su empleo hace más de un año y por tanto, ya no se encuadran en un sector (+230.800) y entre aquellos que buscan su primer empleo (+107.300). En cambio, desciende en la industria en 31.800 parados menos y en la Construcción que también resta 12.300 demandantes de empleo.

    Al contrario de lo que ocurriera en el trimestre anterior, el número de asalariados aumenta este trimestre en 581.200. Los que tienen contrato indefinido se incrementan en 158.300, y los que tienen contrato temporal suman 422.900 más. La tasa de temporalidad aumenta 1,82 puntos, hasta el 24,17%.

    En cuanto a los sectores de esta Federación en su mayoría recuperan parte de la ocupación perdida el trimestre anterior. Ordenados de mayor a menor, incrementan ocupados las actividades del CNAE 41 Construcción de edificios (+52.900); CNAE 97 Trabajadoras del hogar (+46.100); CNAE 43 Actividades de construcción especializada (+16.000); CNAE 80 Actividades de seguridad (+9.800); CNAE 38 Recogida, tratamiento y eliminación residuos (+8.400); CNAE 02 Silvicultura y explotación forestal (+7.000); CNAE 42 Ingeniería civil (+5.600); CNAE 31 Fabricación de muebles (+4.700); CNAE 96 Otros servicios personales (+4.600) y CNAE 88 Actividades de servicios sociales sin alojamiento (+2.600). En cambio, pierden ocupación las actividades incluidas en el CNAE 16 Industria de la madera y corcho (-1.200) y en el CNAE 08 Otras industrias extractivas (-600).

    Por género, el desempleo aumenta especialmente para las mujeres que suman 264.700 hasta un total de 1.965.500 mujeres en situación de paro. Los hombres, por su parte, también incrementan sus cifras en 90.300 hasta los 1.757.400 desempleados. Ello se traduce en una ampliación de las diferencias de tasas donde la tasa de paro femenina sube 1,67 puntos y se sitúa en un impactante 18,39% mientras la masculina apenas varía, sube en 26 centésimas siendo del 14,39% en este trimestre.

    Por grupos de edad, se observan incrementos del paro este trimestre en todos ellos. El mayor aumento en términos absolutos se da entre las personas de 25 a 54 años con205.200 desempleados más. En términos relativos, los mayores incrementos se dan entre las personas entre 16 y 19 que sube un 38,7% y entre las de 20 a 24 años que se incrementa un 17,5% en comparación con el trimestre anterior.

    Por territorios, se registra un aumento de la ocupación en todos ellos, excepto en Canarias, donde disminuye en 2.800 personas y en Ceuta que resta 2.100 ocupados. Los mayores aumentos se han dado en Cataluña (+96.400), Comunitat Valenciana (+81.800), Andalucía (+76.200) e Illes Balears (+61.700). En referencia con el mismo periodo del pasado año, todos los territorios han registrado peores cifras, las más afectadas han sido Cataluña (-138.500), Andalucía (–115.600), Comunidad de Madrid (-90.800) y Canarias (-71.800). En cuanto a las cifras de paro, en el trimestre sólo les Illes Balears y Cantabria han registrado leves descensos en el número de desempleados. El resto de comunidades y ciudades autónomas han incrementados sus cifras, especialmente notable ha sido en Canarias, Ceuta, Andalucía y Región de Murcia.

    Al igual que ya ocurriera en el trimestre anterior, en la EPA de este tercer trimestre se han registrado datos sobre trabajo en el domicilio y horarios atípicos, que habitualmente son anuales. En este trimestre, el 10,3% de los ocupados (1.975.100) trabajaron desde su propio domicilio más de la mitad de los días, frente al 4,81% anual observado en 2019. En general, los porcentajes de ‘horarios atípicos’ -entre los que se incluyen trabajo en fin de semana, trabajo habitual por la tarde, sistema de turnos o con jornada partida- han aumentado en el tercer trimestre comparado con el anterior.

    Un trimestre más comprobamos cómo la afectación del mercado de trabajo se ha visto frenada gracias a las medidas adoptadas para proteger a los trabajadores y empresas. La prolongación de esta situación ha determinado la continuidad de muchas de estas acciones y ha permitido demostrar la importancia de determinados sectores esenciales, su capacidad de adaptación y de respuesta ante una situación absolutamente desconocida e inesperada. Todo ello debe tomarse como fortaleza para progresar hacia el modelo económico que precisamos, que responda a necesidades presentes y futuras de esta sociedad en su conjunto y en particular de los trabajadores y de la calidad de la ocupación. Acciones que, sin duda, deben ser acompañadas de unas políticas activas de empleo que incluyan formación y capacitación acordes a las prioridades de inversión previstas y que han de permitir avanzar hacia una economía más resistente e inclusiva.