CCOO del Hábitat | 20 abril 2024.

80 años del golpe de Estado a la legítima República: lecciones sin aprender

    Han pasado ya 80 años desde que el 18 de julio de 1936 un golpe de Estado promovido por una parte del ejército desembocara en la Guerra Civil Española.

    18/07/2016.
    80 años del golpe de Estado a la legítima República: lecciones sin aprender

    80 años del golpe de Estado a la legítima República: lecciones sin aprender

    Cinco años antes se había proclamado la II República, régimen político democrático que existió desde el 14 de abril de 1931 hasta el 1 de abril de 1939, fecha del final de la contienda, dando paso a los oscuros años del régimen franquista y, con ello, a volver a la más férrea tradición conservadora.

    La República aprobó una Constitución en diciembre de 1931 que incluso en algunos aspectos era más progresista que el texto vigente en la actualidad, fruto de la Transición. La Constitución de 1931 amparaba grandes derechos que colocaron a España como uno de los Estados más progresistas en el ámbito internacional en ese momento. Fue en estos años gloriosos en los que se vislumbró luz y esperanza con el advenimiento de un periodo más ilustrado, que con anterioridad no se disfrutó.

    Este texto, que declaraba al nuevo Estado español como una "República democrática de trabajadores de todas clases" concedía el sufragio universal masculino y femenino: efectivamente, tras un largo y complejo debate en las Cortes, las mujeres españolas obtuvieron el derecho de voto. Esta Constitución también legalizó el divorcio y equiparó los llamados hijos ilegítimos con los legítimos. Dejó el poder judicial en manos de los tribunales de justicia y por primera vez en la historia se fijó el derecho de las regiones a establecer Estatutos de Autonomía.

    Al igual que en nuestra Constitución actual, el texto estableció un estado laico, separando el Estado de la Iglesia. Sin embargo, a diferencia de la actual Constitución, en coherencia con la declaración de laicidad,  el texto de 1931 hizo desaparecer el presupuesto de culto y prohibió al clero ejercer la educación para lograr la libertad total de conciencia y cultos. Se institucionalizó que los niños y las niñas fueran juntos al colegio y la religión dejó de ser asignatura obligatoria.

    No sólo hace 80 años renegamos de una decimonónica monarquía e hicimos realidad un Estado laico en la Constitución, pues existen más diferencias, entre otras durante este periodo democrático, el Gobierno de la República promovió ciertas Reformas laborales que desde el Ministerio del Trabajo favorecían la posición de los trabajadores y sindicatos, encontrando con ello la oposición de la burguesía y los empresarios. Justo al contrario que lo que estamos viviendo desde hace años.

    Al igual, tuvo lugar una inversión en educación pública sin parangón hasta nuestros días. Se construyeron en el primer bienio 6750 escuelas, contrataron 7000 maestros y les mejoraron los salarios. Justo al contrario que actualmente.

    Desgraciadamente la República, dicen, era una democracia inmadura y, por ello, derivó en la rivalidad entre facciones de una similar ideología, una desunión que fue clave para la victoria de la tradición conservadora. En esto sí podemos decir que es justo igual que ahora.